Los trabajadores migrantes y la COVID-19 (AISS)

Los trabajadores migrantes y la COVID-19 (AISS)

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Los trabajadores migrantes y la COVID-19 (AISS)

La pandemia de COVID-19 ha afectado gravemente a los trabajadores migrantes en todo el mundo, que son particularmente vulnerables debido a la insuficiencia de la cobertura de protección social. Es menester que los países de origen, de tránsito y de destino les presten ayuda. Si bien el tipo de apoyo específico depende de varios factores, la mayoría de los trabajadores migrantes, cualesquiera sean su situación migratoria y su condición jurídica, necesitan acceso a algún tipo de red de seguridad para atenuar la incidencia de la crisis. Varios gobiernos e instituciones de seguridad social han adoptado medidas para que los sistemas de seguridad social incluyan a los trabajadores migrantes en sus respuestas a la crisis. En un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) se presentan estas medidas.

Se reconoce ampliamente que los trabajadores migrantes contribuyen en gran medida al desarrollo social y económico. Sin embargo, se topan con grandes obstáculos para acceder a la protección social. Cuando una crisis se abate sobre la economía, los trabajadores migrantes suelen ser los primeros perjudicados. Según datos de la OIT, 2 200 millones de trabajadores, lo que corresponde al 68 por ciento de la fuerza de trabajo mundial, se vieron afectados por las medidas de confinamiento. Teniendo en cuenta que los 164 millones de trabajadores migrantes representan el 4,7 por ciento de la fuerza de trabajo mundial, una estimación moderada indica que las medidas de confinamiento afectan a más de 111 millones de trabajadores migrantes.

En el informe Social protection for migrant workers: A necessary response to the Covid-19 crisis (Protección social para los trabajadores migrantes: Respuesta necesaria a la crisis de la Covid-19), elaborado conjuntamente por la OIT y la AISS, que contiene ejemplos nacionales, se describen las dificultades a las que se enfrentan los trabajadores migrantes y cómo los gobiernos y las instituciones de seguridad social pueden aportar soluciones. En el informe se pone de relieve la incidencia de la pérdida de empleos en la cobertura del seguro social y se insiste en la importancia de garantizar una protección social básica para todos. En el informe se examina las respuestas a corto plazo, entre ellas las relacionadas con la salud, el apoyo financiero y la seguridad en el trabajo, y se extraen conclusiones para mejorar, a largo plazo, la cobertura de protección social de los trabajadores migrantes.

Además de la respuesta inmediata a la crisis, se deberá prestar nuevamente atención a la ratificación y la aplicación de las normas internacionales pertinentes, incluidos los Convenios y Recomendaciones de la OIT en el ámbito de la protección social. Además, se deben elaborar estrategias, políticas, marcos jurídicos y sistemas administrativos nacionales por medio del diálogo social.

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