Sólo 45 de 100 trabajadores se afilian a un sistema de pensiones en ALC

Sólo 45 de 100 trabajadores se afilian a un sistema de pensiones en ALC

 

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Sólo 45 de 100 trabajadores se afilian a un sistema de pensiones

Fragmento de «Panorama de las pensiones en América Latina y el Caribe», Banco Interamericano de Desarrollo, BID, 2015.

La cobertura activa 1, definida como la participación de los trabajadores en los esquemas pensionales obligatorios, una de las medidas convencionales de la formalidad 2, es baja en una gran parte de América Latina y el Caribe (ALC). Algunos países de la región han logrado progresos importantes en términos de expansión de la proporción de personas de 65 años o más que reciben beneficios pensionales, en gran parte gracias a la implementación de pensiones no contributivas y regímenes especiales para los trabajadores independientes. Aun en los países en los cuales un gran porcentaje de la fuerza laboral contribuye a las pensiones, las contribuciones a menudo son demasiado irregulares para financiar pensiones adecuadas para la vejez en la mayoría de la población.

Según el modelo de los sistemas tradicionales de seguridad social de Bismarck, común en varios países de la OCDE, la participación en los esquemas de ahorro pensional en ALC está determinada en gran medida por la participación en el empleo formal, que ofrece cobertura en protección social y contribuciones pensionales acumulativas. Los formuladores de políticas en ALC se enfrentan a importantes desafíos en ambos frentes, debido a las bajas tasas de participación de las mujeres y a la informalidad generalizada en la región. Esto provoca una falta de cobertura para algunos y bajas densidades de contribución para otros.

De acuerdo con las encuestas de hogares del año 2010 de diversos países3, la afiliación y las contribuciones a los sistemas pensionales en ALC son bajas en promedio, y muy bajas en muchos países. De media, solamente 45 de cada 100 trabajadores (con edades entre 15 y 64 años) están contribuyendo o están afiliados a un esquema pensional en los 19 países analizados (ver el gráfico 1.1) 4. En otras palabras, aproximadamPanorama de las pensiones ALC BID

ente 130 millones de trabajadores no contribuyeron durante 2010 a un esquema pensional para la vejez. Esta situación se acentúa especialmente en algunos países andinos y de Centro América (Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú), donde menos del 20% del total de la fuerza laboral
está contribuyendo. En otro grupo de países, algunos de ellos entre los más dinámicos de la región (como Colombia, República Dominicana y México), solamente entre un 30% y un 40% de los trabajadores contribuyen.

Por último, en la mayoría de los países de ingresos más altos según los estándares regionales (como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay), lo hacen entre un 50% y un 70%. Esta cifra sigue siendo baja según los estándares internacionales (Jütting y de Laiglesia, 2009).

Las reformas pensionales estructurales durante la década de los 90 en ALC, después de las primeras experiencias de Chile en 1981, no transformaron este panorama (ver el cuadro 1.1 para una descripción de la evolución durante las dos últimas décadas). Como muestra el gráfico 1.1, se han implementado diferentes esquemas pensionales en la región que van desde sistemas públicos de reparto y beneficio definido hasta sistemas de contribución definida con base en cuentas individuales administradas por el sector privado, en conjunto con estructuras paralelas y mixtas. En general, no predomina ningún tipo específico de esquema pensional en términos de mayor frecuencia de contribución a las pensiones o mayor número de trabajadores en el sector formal. (Para un análisis de los efectos macroeconómicos de las reformas pensionales estructurales ver Gill, Packard y Yermo, 2005 y para un enfoque en las dinámicas del mercado laboral ver Bosch, Melguizo y Pagés, 2013).

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