AISS: por una Seguridad Social dinámica
El AISS plantea que la mejor política de seguridad social que pueden implementar los Estados es garantizarle a la población, el empleo decente a través de un crecimiento económico inclusivo.
En la actual crisis financiera y económica que afecta al mundo desarrollado, los sistemas de seguridad social del mundo se han visto seriamente afectados, sobre todo aquellos que tienen grandes proporciones de inversión en el extranjero. Las personas de estos países vienen sufriendo los ajustes de la política social por una crisis que no provocaron. Sin embargo, en estos mismos países, la seguridad social viene funcionando como un estabilizador o cohesionador social además de contribuir al proceso de recuperación de la demanda y de la economía.
El AISS propone que frente a los desafíos que nos impone el mundo global, debemos desarrollar una Seguridad Social Dinámica. Los cambios demográficos y el propio concepto de familia; la nueva dinámica del empleo y de la economía; el papel de las tecnologías y sus efectos en el mundo laboral y social; estos son fenómenos nuevos que colocan en tensión los principios bajo los cuales se construyó la seguridad social tradicional.
Para el AISS, la seguridad social es dinámica, solo si es:
Inclusiva. Incluye a todas las personas, en especial a aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad por su situación de pobreza o ancianidad. También aquellos sectores que se encuentran en la economía informal o fuera del mercado laboral.
Adecuada. Responde a las necesidades y expectativas de la población.
Sostenible. Todo sistema de seguridad social ya sea que se encuentre financiado con contribuciones de los beneficiarios o con impuestos específicos o generales, debe sostenerse a través de un equilibrio actuarial.
Pro activa y preventiva. La cultura de la prevención (por ejemplo, en accidentes laborales y cuidado preventivo de la salud) produce importantes ahorros a la seguridad social y mejoraran la calidad de vida de las personas.
Económicamente productiva. El sector social no debe ser una variable de ajuste sino un factor de estabilización y cohesión social y de recuperación económica.
